Monumento...
El Lagarto de Calzadilla
El Lagarto de Calzadilla
Cuenta la tradición que cierto día un pastor
conocido como Colas, que iba con su perro y un
pequeño rebaño por el campo se topó con un
gigantesco lagarto que intentó atacarlo, el perro
salió en su defensa, pero fue despedazado
por el terrible animal.
En aquel momento Colas se encomendó al
Cristo de la Agonía, el cual convirtió milagrosamente
su cayado en una escopeta, algunos hablan
de que fue convertido en una ballesta, y de un certero
disparo terminó con la vida del animal.
Acto seguido Colas escuchó una voz
sobrenatural que decía:
“¡Rota quedarás para que a nadie mates más!”
y al momento el arma quedó destruida.
El pastor agradecido por la intercesión divina quiso
ofrecer a su protector la piel del animal, la cual,
aunque carcomida por el paso de los años
cuentan que aún puede verse en la ermita del Cristo.
conocido como Colas, que iba con su perro y un
pequeño rebaño por el campo se topó con un
gigantesco lagarto que intentó atacarlo, el perro
salió en su defensa, pero fue despedazado
por el terrible animal.
En aquel momento Colas se encomendó al
Cristo de la Agonía, el cual convirtió milagrosamente
su cayado en una escopeta, algunos hablan
de que fue convertido en una ballesta, y de un certero
disparo terminó con la vida del animal.
Acto seguido Colas escuchó una voz
sobrenatural que decía:
“¡Rota quedarás para que a nadie mates más!”
y al momento el arma quedó destruida.
El pastor agradecido por la intercesión divina quiso
ofrecer a su protector la piel del animal, la cual,
aunque carcomida por el paso de los años
cuentan que aún puede verse en la ermita del Cristo.
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