Rey azteca Nezahualcoyotl - Moctezuma (Cáceres)
Nezahualcóyotl:
Estatua homenaje al monarca de la ciudad-estado de
Estatua homenaje al monarca de la ciudad-estado de
Tetzcuco en el México antiguo, “el indio”.
Ejerció el poder y se desempeñó
notablemente como poeta, erudito y
arquitecto.
Obra del escultor mexicano Humberto Peraza,
realizada en el año 1992
( 5º centenario del descubrimiento de
América).
Avenida de la Hispanidad.
Moctezuma
Cáceres
Nació en 1402 en Texcoco, una ciudad relativamente
cercana al centro de México. En un principio fue 'bautizado'
con el nombre de 'Felino fuerte', pero después de media vida errando acabó transformándose en 'El coyote que ayuna', traducción literal de Nezahualcóyotl
(en su idioma original, el náhuatl),
el nombre con el que ha pasado a la historia.
hijo del sexto señor de los chichimecas Ixtlixochitl
o Flor de pita, señor de la ciudad de Texcoco, y
de la princesa mexicana Matlalcihuatzin, hija del rey
azteca Huitzilihuitl, segundo señor de Tenochtitlan.
o Flor de pita, señor de la ciudad de Texcoco, y
de la princesa mexicana Matlalcihuatzin, hija del rey
azteca Huitzilihuitl, segundo señor de Tenochtitlan.
Durante su infancia recibió una educación muy
completa, dirigida a permitirle gobernar a su pueblo
con valentía y sabiduría.
A principios del siglo XV Texcoco sufrió
la invasión Tepaneca encabezada por Tezozómoc,
señor de Azcapozalco, cuya intensión era asesinar
a su padre, el rey Ixtlixochitl, y a toda su familia
para apoderarse del trono.
Nezahualcóyotl debió huir y fue perseguido mucho
tiempo, pero su astucia y gran habilidad diplomática
le posibilitó armar un frente común con las
ciudades vecinas, formando un formidable ejército
aliado de más de cien mil hombres con los cuales
logró la conquista de Otumba y Aculmac.
En 1429 aquel príncipe que debió refugiarse
en el bosque de Chapultepec, logró recuperar
Texcoco, aunque cedió su anterior posición dominante
en el lago a favor de Tenochtitlán, ciudad que se
convirtió en estado independiente.
El gobierno de Nezahualcóyotl no sólo representó
un modelo de gobierno y administración, sino que
emprendió extraordinarios proyectos de construcción
y arquitectura en Texcoco y Tenochtitlan, edificando
presas, acueductos, palacios, templos, monumentos,
calzadas y jardines.
Entre las grandes obras que realizó se encuentra el
Templo Mayor de Texcoco que estaba dedicado a
Huitzilopochtli y a Tláloc, y un dique de piedra y
madera (que los españoles llamaron "el gran albarradón")
que sirvió como defensa contra las inundaciones que
afectaban a la ciudad, y que además
impedía que se mezclaran el agua salada y
el agua dulce del gran lago.
Vive en quietud, Disfruta la vida en calma- Pergamino del Rey poeta Nezahualcóyotl.
'El coyote que ayuna', quien además de rey
fue poeta, era consciente de la fugacidad de la vida.
Y así lo dejó escrito en verso:
"Yo Nezahualcóyotl lo pregunto:
¿Acaso de verdad se vive con raíz en la tierra?
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí.
Aunque sea jade se hace pedazos,
aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.
No para siempre en la tierra:
sólo un poco aquí".
Frases:
¡Vive en paz, pasa la vida en calma!Que tu corazón se enderece:
aquí nadie vivirá para siempre.
¿Cómo ha de actuar mi corazón?
¿Acaso en vano venimos a vivir, a brotar sobre la tierra?
Lo de esta vida es prestado, que en un instante
lo hemos de dejar como otros lo han dejado.
Todo lo que es verdadero (lo que tiene raíz),
dicen que no es verdadero (que no tiene raíz).
Por fin lo comprende mi corazón:
escucho un canto, contemplo una flor:
¡Ojalá no se marchiten!
Sin violencia permanece y prospera en
medio de sus libros y pinturas,
existe la ciudad de Tenochtitlan.
Para librar a vuestros hijos de esos vicios
y calamidades haced que desde niños
se den a la virtud y trabajos.
¿Cómo hay que vivir al lado de la gente?
¿Obra desconsideradamente, vive,
el que sostiene y eleva a los hombres?
Si yo nunca muriera, si nunca desapareciera.
Allá donde no hay muerte, allá donde ella es
conquista, que allá vaya yo...
Yo soy Nezahualcóyotl, soy el cantor,
soy papagayo de gran cabeza.
Toma ya tus flores y tu abanico
¡Con ellos ponte a bailar!
Dentro del cielo tú forjas tu designio.
Lo decretarás:
¿acaso te hastíes y aquí nos escondas
tu fama y tu gloria en la tierra?
¿Qué es lo que decretas?
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