En un lugar de La Vera de cuyo nombre no puedo acordarme...
En un lugar de La Vera de cuyo nombre no puedo acordarme,
vivía un ingenioso hidalgo de los de rocín flaco y galgo corredor.
Olla con pimentón los lunes en su mesa;
fritanga de pimientos con el yantar del martes,
al mediodía; pimiento de entradilla para el miércoles,
salpicón de pimientos por la noche,
ensaladilla de pimientos cada dos jueves; escabeche
con pimientos 'si le pluguía a su sobrina' los viernes
y los sábados; y patatas revolconas, con pimentón
(y ¡pichón en vuelo!) algún que otro domingo,
consumían las tres partes de su hacienda...
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