¡Qué poco vale el trabajo del Agricultor!
¡No le salen las cuentas!
Bajo un sombrero de paja
y con un Sol de cuarenta
José repasa con los dedos
y no le sale la cuenta.
“¡Si yo sembré la semilla!”
“!y la regó mi sudor!”
“¡Si le he dado la vuelta al mundo
montado en mi tractor!”
Ahora que tengo el fruto
se lo lleva otro señor,
lo que nada vale hoy,
mañana multiplica su valor.
Desde un sillón recolecta
mi esfuerzo y mi valor,
sentado en un despacho
enfrente de un ordenador.
¡Qué poco vale
el trabajo del Agricultor!
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